Lo que dejaron los Juegos Olímpicos
Vemos en detalle lo que sucedió en París 2024, tanto en trends como las actuaciones de los equipos que ganaron medallas.
Primero lo primero…
Como muchos vieron o saben durante la breve existencia continua de este newsletter, la idea era generar un lugar de debate, aprendizaje y análisis del fútbol femenino argentino. Sin embargo, la falta de accesibilidad a los videos hace casi imposible tener algo contextual, que nos indique lo que sucede fecha a fecha en el todo.
Es por eso que, para mantener vivo este espacio, que sigo considerando que es algo que es necesario en el futbol femenino argentino y sudamericano, habrá un cambio hacia elementos generales (como estos Juegos Olímpicos), otros torneos (quizás la Libertadores), puede que algun partido puntual del torneo argentino u otras ligas (¿Brasil? ¿Chile? ¿México?), una incorporación, etc.
En fin, es expandir horizontes, un poco a regañadientes por la visión original, pero vamos a darle a esta versión 2.0 todo el amor que se merece. Ahora si…
¿Cómo jugaron los equipos en los Juegos Olímpicos?
Los Juegos Olímpicos son un torneo distinto a la Copa del Mundo. No solo en lo obvio, como la cantidad de participantes, sino también en la estructura, particularmente en la menor cantidad de días de descanso. Esto impulsa a un cambio táctico desde el vamos con las formaciones más usuales.
Comparado con Australia - Nueva Zelanda 2023, donde el 19% utilizó un 4-4-2, en Paris 2024 esa proporción ascendió al 41% (Zambia, Nueva Zelanda, Colombia, Australia y Alemania). Por supuesto, no es lo mismo el parado táctico de Colombia al de Alemania en estos casos, pero pone en evidencia a lo que nos estamos enfrentando.
En París 2024 dos equipos utilizaron tres centrales por lo general (Japón y Brasil), mientras que el 4-3-3 fue adoptado por Francia, Estados Unidos y España. En 2023, los adeptos al 4-3-3 seguían siendo EE.UU. y el eventual campeón mundial, pero se sumaba Noruega, a su vez Japón sostiene el 5-3-2 de un torneo al otro.
Otro factor que muestra la diferencia en el gasto físico en los Juegos Olímpicos, al menos en el juego, es la intensidad a la hora de recuperar la pelota. El PPDA promedio en la Copa del Mundo era de 9.97 mientras que en los JJ.OO llegó a los 11.97, con registros altísimos como Zambia (20), Japón (20) o Australia (13).
Las recuperaciones de balón durante los primeros seis segundos de posesión rival también bajaron de casi 20 (19.7) a 14.9. Si, son márgenes pequeños en general, pero son muestras claras de como los equipos dosificaban ciertos esfuerzos, entre lo apretado del calendario y los increíbles tiempos agregados al final de cada etapa.
Morir en la orilla
España llegaba a estos Juegos Olímpicos probablemente como la gran candidata a llevarse el oro en el Parc des Princes. Bastante lógico, si pensamos que era casi el mismo plantel que logró el campeonato del mundo en Sydney un año atrás. Con una filosofía parecida, ¿qué fue lo que no pudo materializar España?
Algo no cuantificable pero clave son los errores en la defensa, en particular en la fase final, donde pudo remontar un partido contra Colombia pero no contra Brasil que le impidió disputar el partido final.
A pesar de jugar un partido menos, España estuvo más tiempo en desventaja en el marcador (85 a 244) y menos tiempo al frente (379 a 74) respecto al torneo disputado en Oceanía.
En los aspectos del juego, la Selección de Montse Tomé tuvo muchísimo más la pelota en el tercio rival, pero le costó bastante lograr penetrar hacia el área, con una proporción de toques bastante mayor en zona 14 y aledañas en estos Juegos Olímpicos comparado con el Mundial.
Si bien no parece una diferencia abismal, si se aprecia una menor paciencia (inducida por la menor presión de los rivales) como también una centralización de juego, un “efecto embudo” si se quiere.
El “anti-Brasil”
Llamar al equipo de Arthur Elías el “anti-Brasil” puede ser un poco hiperbólico. Seguían siendo incisivas pero, con el correr de los partidos, y en particular estando entre la espada y la pared, entendieron que la forma de jugar era otra. Era esperando y contraatacando.
Si bien es un número un poco inflado ya que jugó más partidos que otros participantes, Brasil realizó 54 recuperaciones altas (es decir, en los 40 metros iniciales del campo rival) en París 2024, algunas de estas en el área contraria.
De estas, remató en 10 ocasiones, con un promedio bastante alto de una cada cinco, aunque no pudo aprovechar algunas de esas acciones más cercanas al arco.
En gran parte, Arthur Elías puso a su equipo a dominar las zonas por fuera, en particular con dos carrileras, usualmente Yasmim y Adriana, destacandose la primera por sus siete pases para remate en el torneo.
Brasil apeló al pragmatismo, y hay que darle crédito a Arthur Elias en esto: Brasil es dominante en Sudamérica y quizás con selecciones de menor porte, pero la combinación de un plantel joven, corto, y sin tanto descanso, apeló a la inteligencia táctica para poner contra las cuerdas a EE.UU., sobre todo en el 1T de la final. Sin embargo…
El regreso del gigante
Con Emma Hayes comandando el barco por primera vez en un torneo, Estados Unidos quizás no se perfilaba como el equipo a vencer, pero definitivamente sobraba talento para que el podio no sea una utopía.
La ex entrenadora del Chelsea se valió de dos pilares para lograr el éxito en París, algo que con el tiempo aún hace más sentido con un mediocampo flojo para un 4-3-3 en Coffey, Horan y Lavelle, no tanto en su pedrigree individual (eso es innegable) pero en sus roles.
Primero, se valió de Alyssa Naeher en el arco, tanto en su rendimiento general (recibió dos goles, atajó el 91% de los remates que enfrentó y tuvo el tercer registro más alto en goles prevenidos - 2.99, detrás de Berger con 3.1 y el espectacular 6.6 de Lorena) como en acciones precisas, con grandes atajadas ante Alemania y Brasil.
Subiendo una línea fue espectacular el torneo de Naomi Girma, llamada a ser la heredera en la cueva de la USWNT. Ninguna jugadora con más de 400 minutos fue superada en un regate en menos ocasiones que la futbolista del San Diego Wave (1), además de ganar el 67% de las entradas que realizó y el 72% de los duelos que disputó. Es simplemente bestial.
Mientras tanto, en ataque, el autodenominado “Triple Espresso”. Smith, Rodman y Swanson marcaron 10 de los 12 goles que hizo Estados Unidos en el torneo, acumulando además cinco asistencias entre las tres, siendo sin dudas el conjunto ofensivo más preciso e influyente en París 2024.
Swanson fue un elemento más que sobresaliente, convirtiendo en la final, luego de perderse el mundial por una lesión en su rodilla.
El futuro es brillante, como siempre para Estados Unidos, generador constante de talento (a veces mal aprovechado), que logró dar vuelta la página tras un decepcionante Mundial y se vuelve a colocar, quizás, como el equipo a vencer. Lo que no queda dudas es que son justas campeonas de este torneo Olímpico.
¿De que puede ser la próxima nota? Escucho sugerencias, se acercan las ligas europeas, hay movimiento de mercado y podemos ver en detalle algo más de eso!
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